-Oh! mi hermoso misterio, si pudieras ver cuan hermosa sos atreves de mis ojos mi pequeña noctis, si tan solo por un breve momento pudieras verte a través de ellos, quizás, sentirías un amor indescriptible al instante y quizás así pudieras apreciar el valor y la gracia que quizás vos olvidaste que tenias, las beatitud que desde tu interior oculto en ti grita mientras es ahogada por aquellos mares a los que te has expuesto, no creo que salgas a tu descanso, la olas surcan las filosas piedras que parecieren herir a los negros cielos, y vos tras las rocas atrapada, caen de líquidos rojizos cataratas, y aun así, cautiva en aquellos mares de agonía desbordante; aun así te veo hermosa -dije en una voz tan suave y tierna que se confundió con la brisa mas sutil que pudiese existir.
-Creo, que solo me dedicare a verte entre el sigilo de donde me encuentro, Hasta que la luz de la luna me revele el camino a tu sublime presencia. - pensé.
Cuando mi pequeño navío cortaba las fieras olas hacia las rocas de filosas y negras violencias; existía una ligera calma que se divorciaba de aquellas mareas, y fue asi que tome distancia y salte tomándome de la oscura roca en una saliente. Fue ahí, donde le busque, y donde la vi, cansado sin esperanza de alcanzarle exclame - -En lo que me queda de tiempo en este desesperante lugar lleno de voces y gente de tormentosos egos, te veré y beberé de tu imagen hasta embriagarme de ti. Y que mi embriaguez dure hasta la próxima vez que pueda volver a verte.
Tome fuerzas nuevamente hasta alcanzarle en lo alto del tenebroso risco. Pero ahí estaba ella, bella, como si de la corona de usa rosa se tratase, en un tallo de negro manifiesto, era ella, era bella y mi corazón se estremecía por haber alcanzado el espacio de nubes y luna donde ella moraba. Una ligera tranquilidad, que un oasis parecía en medio de un desierto de dunas liquidas. Le ame, le sentí, y una lagrima broto en el hierático corazón de mi ser, al fin le encontré…
Y entonces fue así, como deseando no llegara el último segundo de tiempo, trate de degustar cada micra de segundo, tratando de estirar el ultimo grano del reloj de arena que me condenaba a despedirme de aquella hermosa dama que aún permanece cautiva en aquellas desesperantes aguas, Oh mi bella noctívaga, tú que resistes los turbulentos brotes de turbias aguas, acaso me condene a extrañar tu imagen una vez más?
Mi dulce beatitud de sombrías auras, anhele y deguste cada segundo que te vi, cada momento, cada sonrisa, cada bella palabra articulada en tu garganta, cada expresión en contra de las mías, tu silencio incluso, tan sublime y lacerantemente abrumador, cada broma que me comprometía a sonreír, o tus intentos de ruborizar mi alma. Ah! mi noctívaga belleza, benditos sean los sencillos momentos de la vida, pues en ellos se encuentra la riqueza de la vida, incluso la complejidad más estilizada que pudiera existir.
Y así tuve que partir, con el dolor y mi disonancia en el saber que tenia que dejarla, no podía llevarla, aunque mi ser por completo lo quisiera contrario. Pero tenía que liberarla de una manera que no la matase, de una manera que estuviera segura y fuerte. Sé que un día podre sacarle de aquel detestable infierno, de ese flagetonte de ilusiones banas y ánimas podridas. Sé que un día encontrare la manera de romper sus cadenas, para así poder llevarle, y brindarle el presente más escaso existente, la libertad de surcar los cielos nocturnos, y el corazón de un ángel oscuro.
Viendo hacia el horizonte, divise la pequeña torre donde moraba, llena de afiladas saliente, y a su alrededor las turbulentas aguas que azotaban la tranquilidad de los silencios nocturnos; sabiendo que un día regresaría para sacarla de ese infierno, exclame:
-Cuídate, yo estaré contigo, aun en la distancia que nos separa, estaré contigo. Dulces besos para la bella dama, que aun en la distancia estremece mi alma. Vampíricos besos para la mujer que está en el corazón de un ángel oscuro.
Angelo Nox V
06-17/10/13