“Arat Veleth”

Caen los pétalos de la flor, como caen las lágrimas tiernas de mi corazón. Pétalos que al viento van como suaves y solemnes navíos en la corriente delicada de una tarde que toca a la noche, en sus nupcias de luz y sombra, el amor, cae con la noche. Se manifiesta en la tersa caricia que la nube a la luna le brinda, entre el abrazo del follaje de los arboles al cielo, el amor.
Noble sentir que lo es todo y al mismo tiempo es nada, que en la oscuridad brinda la gracia de encontrarse y en la luz el sopor oscuro que da descanso.

Oh amor! Sublime regalo de lo divino,  es acaso el amor  el que danza en mi ser cuando veo cruzar un pensamiento, cuando veo esa tierna mirada, esos ojos que me matan cuando lloran, esos ojos cansados, esos ojos tan bellos que desearía besarlos mientras me queda aliento, esos ojos tuyos. Acaso es el amor el que me permite admirarte bella al andar, al reír, al hablar y darte lo mejor de mí? Es el amor el que me brinda la paz aun en la tormenta; si, amor, el amor que nacerá de ti; es aquel que los mares de ilusión dicen ser una bella mentira, aquellos que igual lloran por anhelos sin basamentos.

Oh! amor, que danza entre los sueños, amor que vive entre los males, entre las iras, habitante de los nobles corazones, sentimientos que se elevan a los divinos reinos, nobleza que te viste de beatitud increíble, belleza que surge desde lo  profundo de tu ser, bella nobleza en una esencia parcialmente dormida. Que  es una verdad que tiempo con tiempo, que luna tras luna veras como  le he visto.  Noctívaga anima de mis noches solemnes, que la gracia y la calma den su bendición, que el amor arrope y que los nobles sentires permanezcan más fuertes hoy más que ayer en tu interior. 

Angelo Nox V 

22/12/20013