Recordé como tu gran maestro;
diste todo y fuiste traicionado,
como un ángel cae y se hace demonio...
El demonio se convierte en ángel.
No hay límites, solo la fe.
Y en ella no hay límites.
Lo recuerdo maestro.
Así como tu perdiste lo último que te daba bondad,
hoy la ultima raíz se rompió,
y se creó un nuevo engendro,
un infernal monstruo.
Angelo Nox V
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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